¿Por qué viajamos?

Viajar puede ser una experiencia adictiva, basta con dar el primer paso fuera de casa que ya no hay vuelta atrás.

Viajar puede ser una experiencia adictiva, basta con dar el primer paso fuera de casa que ya no hay vuelta atrás, solamente podremos pensar en los próximos pasos, cuán grande será el siguiente.

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Cabras en Marruecos.

¿Por qué viajamos? Para conocer el mundo, por supuesto, pero también para conocernos a nosotros mismos. Para conocer otra gente, otras culturas, otra forma de vida, otros viajeros. Viajamos por curiosidad, para desafiar nuestros límites, para salir de la zona de confort, para vivir situaciones nuevas, para combatir prejuicios, para experimentar aventuras, para contarlas al regreso. Viajamos para descubrir otros paisajes, otras lenguas, otras comidas, otros libros, otros sonidos, otra música.

La memoria suele engañarnos sobre nuestros viajes, no recordamos las noches en que dormimos mal, las mañanas en que el estómago se quejaba del hambre, la angustia de las corridas para no perder el último tren, los días en que estuvimos mal aseados, cuando el calor nos dejó sin fuerzas y el frío parecía intolerable, los vuelos aterradores y los ómnibus sucios, las descomposturas y las enfermedades. Pero, en cambio, podemos revivir como si fuese hoy aquel hallazgo fantástico en una tienda de Marrakech, los peces de colores en una zambullida en un cayo cubano, esa sensación de libertad asomados a un barranco en Portugal, un bocado delicioso en el barrio chino de Bangkok, el placer de terminar de trepar la Pirámide del Sol en Teotihuacan, o aquella mágica charla hasta la madrugada con un completo desconocido en un lanchonete de Rio de Janeiro.

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Yaowarat, el barrio chino de Bangkok.

En un viaje incluso el dinero tiene otro valor. Recordamos que ese tramo de barco fue demasiado caro para nuestro presupuesto, pero hoy no podríamos calcular si nos costó cuarenta dólares o noventa euros, en nuestra memoria solamente nos quedará ese momento irrepetible.

Y cuando regresamos de un viaje nuestra propia casa es distinta, nuestras costumbres nos son ajenas, nos replanteamos nuestra forma de vida, el barrio tiene nuevas formas, descubrimos cuántas de nuestras pertenencias dejaron de sernos indispensables, valoramos más lo bueno y nos molesta más lo malo, nuestro mundo y nuestra propia percepción del universo cambiaron. Incluso ciertos detalles de nuestra vida cotidiana que nunca nos simpatizaron se ven distintos, con mejores ojos.

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Rio de Janeiro desde el Corcovado.

No todos viajamos igual. Hay quienes prefieren empaparse de daiquiris debajo de una palapa y otros son felices encerrados en museos de 9 a 17, algunos disfrutan caminando barrios alejados del centro y otros eligen disparar fotos desde un ómnibus turístico. Hay turistas veinteañeros que no conocerán el sol en sus vacaciones y viajeros septuagenarios que no dejarán monumento sin visitar. Algunos pasarán 36 horas saltando de un avión a otro para llegar a destino, otros viajarán en auto a un pueblito cercano. Todos habrán invertido en lo mismo: felicidad.

En definitiva, ¿para qué viajamos, por qué viajamos? Porque el mundo está ahí. Para encontrar nuestra alma más profunda. Para sentirnos libres. Porque es mejor aprovechar el presente. Para ser felices.

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Barcelona.

Aunque la respuesta más motivadora quizás sea una pregunta: ¿y por qué no?

Pero no seré yo, hoy y aquí, quien descubra los misterios que empujan a los viajeros a salir a la ruta. Otras personas que sintieron lo mismo que yo, supieron escribirlo mucho mejor. Estas son algunas frases de novelistas, poetas, científicos, filósofos, religiosos, políticos y artistas que fueron, ante todo, auténticos viajeros.

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Monumento a los Descubrimientos, Lisboa.

«Viajar tiene consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente» (Mark Twain)

«Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos» (Fernando Pessoa)

«Un viaje es una nueva vida, con un nacimiento, un crecimiento y una muerte, que nos es ofrecida en el interior de la otra. Aprovechémoslo» (Paul Morand)

«Hay mucha diferencia entre viajar para ver países y para ver pueblos» (Jean Jacques Rousseau)

«El fin del viaje es simplemente el comienzo de otro. Es necesario ver lo que no ha sido visto, ver otra vez lo que ya se vio, ver en primavera lo que se vio en verano, ver de día lo que se vio de noche, con sol donde antes la lluvia caía, ver el trigo verde, el fruto maduro, la piedra que cambió de lugar, la sombra que aquí no estaba. Es preciso volver a los pasos que fueron dados, para repetirlos, y para trazar caminos nuevos a su lado. Es preciso recomenzar el viaje. Siempre» (José Saramago)

“El mundo es un libro y aquellos que no viajan sólo leen una página” (San Agustín)

“El que no sale nunca de su tierra está lleno de prejuicios” (Carlo Goldoni)

«Uno sabe que la primera alegría jamás será recobrada, y el viajero sabio aprende a no repetir sus éxitos sino a ir tras nuevos lugares todo el tiempo” (Paul Fussell)

“Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas” (Henry Miller)

“Si rechazas la comida, ignoras la vestimenta, temes la religión y evitas a las personas, quizás sea mejor que te quedes en casa” (James Michener)

«Dejamos atrás algo de nosotros cuando nos marchamos de un lugar; nos quedamos allí, aunque nos vayamos. Y hay cosas de nosotros que sólo podemos volver a encontrar si regresamos allí. Nos acercamos hacia nosotros, viajamos hacia nosotros mismos cuando el golpeteo monótono de las ruedas nos lleva hacia un lugar donde hemos dejado un tramo del camino de nuestra vida, no importa cuán breve haya sido» (Pascal Mercier)

♦ «Viajar hace a un hombre sabio mejor y a uno necio peor» (Thomas Fuller)

“Los turistas no saben dónde han estado, los viajeros no saben hacia dónde están yendo” (Paul Theroux)

“Es el viaje y no el arribo el que importa” (T. S. Eliot)

“El objetivo de viajar no es sólo conocer tierras extrañas, sino que en última instancia se pueda volver y ver al propio país con extrañamiento” (G. K. Chesterton)

«El viajero es activo, va enérgicamente en busca de la gente, de la aventura, de la experiencia. El turista es pasivo, espera cosas interesantes que le sucedan»  (Daniel J. Boorstin)

«Viajar esperanzadamente es mejor que llegar» (Robert Louis Stevenson)

«Al llegar a cada nueva ciudad el viajero encuentra un pasado suyo que ya no sabía que tenía: la extrañeza de lo que no eres o no posees más, te espera al paso en los lugares extraños y no poseídos» (Italo Calvino)

«Conoces más un camino por haber viajado por él que por todas las conjeturas y descripciones en el mundo» (William Hazlitt)

“Como todos los grandes viajeros, he visto más cosas de las que recuerdo y recuerdo más cosas de las que he visto” (Benjamin Disraeli)

«¿Por qué compadecemos a la gente que no puede viajar? Porque en la medida en que no pueden expandirse externamente, tampoco pueden extenderse internamente; no pueden multiplicarse; se ven despojados de la posibilidad de emprender extensos viajes adentrándose en su intimidad y de descubrir quiénes y qué otra cosa podrían haber sido» (Pascal Mercier)

«El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en ver nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos» (Marcel Proust)

«La aventura de viajar consiste en ser capaz de vivir como un evento extraordinario la vida cotidiana de otras gentes en parajes lejanos a tu hogar” (Javier Reverte)

«La vida comienza al final de tu zona de confort» (Neale Donald Walsch)

«Como todas las drogas, viajar requiere un aumento contante de las dosis» (John Dos Passos)

“No hay momento de mayor dicha en cualquier peregrinaje que el comienzo del mismo” (Charles Dudley Warner)

«Cuando viajas eres lo que eres en ese momento. Las personas no conocen tu pasado como para reclamarte algo. No hay «ayer» cuando estás en la ruta” (William Least Heat Moon)

«Viajar hace a uno modesto, ves el lugar pequeño que ocupas en el mundo» (Gustave Flaubert)

«Viajamos para cambiar, no de lugar sino de ideas» (Hipólito Taine)

“Dentro de veinte años estarás más decepcionado de las cosas que no hiciste que de las que hiciste. Así que desata amarras y navega alejándote de los puertos conocidos. Aprovecha los vientos alisios en tus velas. Explora. Sueña. Descubre” (Mark Twain)

Autor: Zamba

Apasionado de los viajes y todo lo que ello implica: aviones, aeropuertos, trenes, ómnibus, carreteras, terminales, tranvías, metros, estaciones, barcos, funiculares, calesas, bicicletas, bicitaxis, taxis, tuk-tuks, songthaews... Y mis dos piernas, que mientras funcionen me seguirán llevando por las calles de cualquier rincón del mundo que pueda imaginar.

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